Como cuando no elegis ser nadie, no existís.
No contas, no sabes, no mutas, no imaginas, no percibis, no argumentas, no extendes tu mano firme al pensamiento demagogo y sofista.
Le vamos a abrir una ventana al sabor y vamos a dejar que se estampen los vientos suburbanos contra los paredones de fusilamiento. De palabra, de violencia, de aumento de poesía física, el dolor y su anatomía.
Resabios de la cuenta percibida, quedan hilos sin cortar o nubes sin inflar o pesadas noches de risueña alegría.
Animate, hay una vida hermosa por dormir. es sueño y se camina inventando.
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